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#Educación Pongamos freno a la cultura del no esfuerzo
Desde que empecé en el puesto de Coordinadora en Formación Superior, le he empezado a prestar más atención a la educación que estamos ofreciendo (a todos los niveles) al mismo tiempo que lo intento relacionar con las dudas y consultas que nos llegan de los alumnos (repito, de una educación superior como un Máster).
¿De qué me he dado cuenta? De que si seguimos por este camino, lo vamos a pasar muy mal. De hecho, ya lo estamos sufriendo a nivel de docencia y gestión, preguntadle a cualquier que esté en un puesto de este tipo. Hemos sufrido diversos cambios educativos, en función del gobierno de turno, y eso, en vez de ayudar a conseguir una educación mejor, juntando los elementos positivos de cada propuesta, ha hecho que cada vez vayamos a peor. Porque el cambio de gobierno no significa “vamos a cambiar el sistema educativo por un sistema que haga que nuestros alumnos destaquen en positivo” sino que significa “volvamos a poner nuestro sistema y quitemos el que hay por el mero hecho de ser de la oposición, sin pararnos a pensar si alguna de estas cosas funcionan o no”.
El otro día saltaba la noticia de que el gobierno iba a permitir conseguir el título de bachillerato con una asignatura suspendida. Anteriormente se había aprobado una ley que permitía pasar de ESO a Bachillerato con dos asignaturas suspendidas… y yo me pregunto ¿qué pasa en este país? ¿por qué siempre ajustamos a la baja? ¿Por qué no hacemos que ese alumno quiera llegar a ese objetivo final superándolo todo y superándose a sí mismo? Por mucho que nuestra ministra diga que es “de lógica” a mí no me lo parece.
Si en cada nivel que pasan los alumnos estamos haciendo concesiones, ¿cómo van a llegar esos alumnos a estudiar una carrera o un Máster o postgrado? ¿No les estamos transmitiendo que el esfuerzo no sirve para nada? Pensadlo un momento, el niño que tiene facilidad para estudiar seguirá como siempre pero el niño que tiene alguna dificultad o simplemente es vago (sí, los hay) ¿qué pensará? Pues genial, la más complicada ya no hace falta que la estudie, total no me la van a exigir para entrar en la Universidad…
Lo vemos a menudo. Niños y adolescentes que se quedan trabados en una complicación básica a la hora de preparar un trabajo porque no les han enseñado a buscarse la vida cuando eso pasa. Yo recuerdo cuando estudiaba EGB (sí, yo soy de EGB). Cuando no sabía algo y le preguntaba a mi padre él siempre me decía: “qué puedes hacer para solucionarlo?” Y me enseñaba a buscar recursos y utilizarlos porque, “no siempre habrá alguien ahí para ayudarte”. Y ¿os digo una cosa? Por más que jorobe a una persona darle la razón a sus padres a según qué edades, tenía más razón que un santo, y esa preparación (mirad que era fácil) me ha dado las herramientas para poder afrontar el resto de problemas que me he ido encontrando en la vida (a nivel personal, educativo, profesional) y eso ha hecho que sea una persona autosuficiente.
Lamentablemente lo veo continuamente. Alumnos que exigen subidas de nota “porque se han esforzado”, que te dicen que te has equivocado en algo por el mero hecho de que no le guste cómo está organizado, que cuestionan ¡la profesionalidad de los profesores! porque les han puesto una calificación más baja de lo que ellos esperaban, aún cuando el trabajo no hay por donde cogerlo… y no me hagáis hablar de las faltas de ortografía y las entregas en un papel sin nombre, sin portada, sin cuidar la imagen… y es una escuela de negocios. ¿Realmente entregas a tu jefe un proyecto así? Dependiendo de la respuesta tendremos dos problemas diferentes. Si la respuesta es sí, lo tenemos en el nivel de la empresa si se permite eso. Si la respuesta es no ¿entonces por qué sí te permites hacerlo en un trabajo de Máster? Porque me da la sensación de que mucho tuitear que se regalan los masters pero al final, es lo que esperan «porque han pagado”.
Estamos en plena cultura del No esfuerzo y eso se transmite desde chiquititos. Si un niño se traba en una acción, démosle herramientas para que supere esa traba. Ahí es donde se aprende, a la próxima ya tendrá recursos para enfrentarse. ¿Qué hacemos nosotros? Que cambie de actividad. Así no vamos por el buen camino. El otro día veía un vídeo que os comparto porque es interesantísimo de la psicóloga Maria Jesús Álava Reyes, precisamente hablando de la tolerancia a la frustración.
Me quedo con la siguiente frase: “la frustración nos hace más humanos e inteligentes” ¿no creéis que, con los tiempos que corren, necesitamos más inteligencia y más humanidad?
Por otro lado, ¿cómo es que, con la cantidad de estímulos y herramientas que hay a su alcance, no adquieran esos recursos? Pues porque nadie les ha enseñado. Si supiéramos transmitir la importancia de esas nuevas tecnologías dentro del propio proceso educativo, tendríamos más éxito. Pero no lo hemos hecho. Se han encontrado con todas estas tecnologías, apps y redes sociales pero nadie les ha enseñado sus objetivos, qué pueden hacer con ellas y cómo las pueden utilizar a la hora de estudiar. Porque no se trata de “voy a buscar en google y lo primero que me salga lo copio” (eso si tienes suerte y llegan a buscar en Google que a veces ni eso) sino que se trata de utilizar esas herramientas para tu propio beneficio pero para ello, hay que educarles en su uso. Y ya que estamos, en el uso de las referencias y en que entiendan que “todo lo que sale en internet se puede copiar y es gratis” es una falacia.
El quinto y último estudio AIMC Niñ@s (2018) centrado en el público infantil, revela toda una serie de datos de cómo este universo utiliza las nuevas tecnologías.
Principales resultados del estudio:
- El 99% de los niños ve contenidos televisivos, y un 80% los consume a diario.
- Un 89% de los niños consume vídeos en Internet (un 36% de ellos lo hace a diario).
- En los hogares de los niños españoles existe un alto nivel de equipamiento tecnológico, contando con una media de casi 7 dispositivos tecnológicos de los que, los más pequeños de la casa, utilizan una media de 4.
- Un 39% de los niños entrevistados tiene en propiedad una tablet, un 34,7% una videoconsola y un 27,1% dispone de un smartphone.
- La población infantil pasa casi 5 horas diarias frente a alguna pantalla, siendo mucho más amplio el tiempo de exposición durante los fines de semana lógicamente ( de 396 minutos de media frente a los 236 minutos de lunes a viernes).
- El tiempo de exposición aumenta conforme los niños son más mayores, siendo los de 12 y 13 años los que permanecen más tiempo (7 horas diarias).
Fuente: AIMC Niñ@s 2018
El estudio tiene muchas más conclusiones pero me voy a centrar en éstas, más relacionadas con el contenido del post. Vemos como el hecho de tener más dispositivos electrónicos no implica necesariamente más recursos para educación. El dato que más me preocupa es el de horas diarias frente a la pantalla. Con los horarios que tienen de colegio + las extraescolares y hacer los deberes/estudiar (según la edad), el hecho de que 5 de esas horas las pasen delante de una pantalla a diario me parece muy significativo. Si a eso le juntamos que a más edad (con estudios supuestamente más exigentes) pasan más tiempo, con una media de 7 horas, el hecho de quitarles retos en su educación me parece muy peligroso.
Antes hablaba de política, pero lógicamente hay muchos más factores. Nosotros como padres, educadores o simplemente facilitadores de que la educación y el civismo llegue a nuestros menores y adolescentes somos igual de culpables. Porque se empieza dando un mal ejemplo cuando encuentras un semáforo en rojo y te lo saltas porque “tienes prisa” habiendo un menor sólo en ese momento, que está en la fase de absorber todo lo que pasa a su alrededor. Y me diréis “que le eduquen sus padres” y tendréis razón, pero si sus padres están inculcándole que los semáforos se pasan en verde, y toda la sociedad se lo salta en rojo, flaco favor estaremos haciendo a esos padres. O esos padres que intentan enseñar a sus hijos que las normas están para cumplirlas y luego esos mismos niños ven cómo nuestros propios gobiernos hacen el paripé día sí, día también y no pasa nunca nada, ¿cómo van a entender que el esfuerzo es algo necesario para conseguir un objetivo cuando no les estamos mostrando ese esfuerzo en ningún momento?
Y lo mismo al contrario, si en una escuela intentan formar en seguridad vial y luego te encuentras que la propia madre lleva a sus dos hijas menores a la vez en un patinete eléctrico sin cascos a toda velocidad por las aceras (lo veo cada mañana cuando voy a trabajar), poco puede hacer ese colegio por educar en civismo. Lo mismo si los docentes intentan hacerlo lo mejor posible pero se encuentran con hordas de padres furiosos porque su hijo ha suspendido una asignatura, flaco favor le estamos haciendo a esos docentes cuando intentan que ese alumno aprenda la base para construir toda su formación futura.
Finalizo con una carta de una docente Universitaria en La Vanguardia del pasado sábado 24/11, en el apartado Cartas de los Lectores, que resume perfectamente la sensación que seguro tienes si trabajas en este sector:
Fuente: La Vanguardia
Pongamos nuestro granito de arena entre todos, si no ya por ellos, por egoísmo puro que, al fin y al cabo, estos niños cuando sean adultos son los que tienen que asegurarnos nuestras pensiones 😉
Fuentes:
Asociación para la Investigación de Medios de Comunicación (AIMC); Niñ@s 2018. Disponible en: https://www.aimc.es/otros-estudios-trabajos/aimc-ninos/
BBVA Creando Oportunidades. Entrevista a Maria Jesús Álava Reyes (psicóloga). Disponible en: https://aprendemosjuntos.elpais.com/especial/no-basta-con-querer-a-los-hijos-tambien-hay-que-creer-en-ellos-maria-jesus-alava-reyes/
El mundo, Olga R. Sanmartín. El Gobierno dará el título de Bachillerato con una asignatura suspendida: https://www.elmundo.es/espana/2018/11/10/5be5e387e5fdeaff048b45f5.html
Las Provincias, Joaquín Batista. Los alumnos podrán pasar de ESO a Bachillerato con dos asignaturas suspendidas: https://www.lasprovincias.es/comunitat/201704/19/alumnos-podran-pasar-bachillerato-20170419002236-v.html
La Vanguardia. 24 de noviembre de 2018. Cartas de los lectores.
Imágenes:
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