12 Ene
2016

#DesintoxicaciónDigital ¿Cada vez más necesaria?

Seamos claros: todos necesitamos en algún momento desintoxicarnos digitalmente. Vivimos en un mundo hiper-conectado, en el que estamos más pendientes de las notificaciones de nuestro móvil que en tener una conversación con esa persona que hace tiempo que no ves…. Obviamente, si trabajamos con las Redes Sociales no nos podemos permitir desconectar de todo pero sí podemos desconectar con nuestros perfiles personales (que es a lo que me refiero con el post).

El término #DesintoxicaciónDigital o #DigitalDetox puede que os suene. Significa “desconectarse voluntariamente de smartphones y ordenadores como una forma de reducir estrés o enfocarse en las interacciones sociales del mundo físico”.

¿Qué ha pasado? Aparecieron las Redes Sociales y junto con la tecnología se nos abrió un mundo a explorar con infinitas ramas y nos lanzamos a él sin casi pensarlo. Por eso, después de un uso masivo de estas plataformas nos llega el agotamiento y la necesidad de desconexión. Es lo que le está pasando a muchos famosos que están cerrando sus perfiles porque se están dando cuenta de que están viviendo una vida diferente de la que se proponían.

Estas vacaciones de Navidad he aprovechado para observar cómo usamos las Redes Sociales y la tecnología a nuestro alcance y veo cada vez más necesaria esta desintoxicación de la que os hablaba. No me ha gustado nada la dependencia que tienen los adolescentes de hoy en día con el móvil, ni ver que se están perdiendo los juegos de toda la vida a favor de la tecnología ¿Es que todo tiene que ser tecnológico ahora, hasta los juegos que antes no lo eran? Entiendo que exista una evolución en los juguetes pero ¿cómo pretendemos que no nos pidan un móvil con 9 o 10 años si desde pequeños están rodeados de tecnologías más allá de sus posibilidades? Pedir libros de papel a los Reyes Magos no debería ser tan difícil 😛

¿Por qué nos cansamos? Yo lo tengo claro, por el uso que les damos. Y es que escudados detrás de la pantalla, hay usuarios que las usan para hacer y decir de todo impunemente (más o menos, que a más de uno han pillado y con razón). Antes compartíamos cosas interesantes para los demás, ahora los muros se están convirtiendo en una lista interminable de mensajes individuales que buscan la aceptación social por parte del grupo o incluso buscan posicionarse inconscientemente a un cierto nivel frente a los demás. Hoy en día sólo me encuentro  chistes malos, sorteos falsos (y que sigáis cayendo, leñe…)  y política, mucha política en mis muros. Cada uno es libre de poner lo que quiera en sus perfiles, ¡faltaría más! Lo que me disgusta es ver cómo hemos perdido el respeto a las normas de conducta más básicas, que deberían regirse en el mundo digital igual que en el mundo físico. ¿Verdad que no insultas a alguien a su cara sólo porque piensa diferente que tú? Entonces por qué lo haces en las Redes Sociales? ¿Por qué no me preguntas antes de subir una foto mía? ¿Por qué hay tan poco respeto a los demás a la hora de incluirlos en grupos de WhatsApp, por ejemplo? Y digo Whatsapp porque Telegram no lo usa tanta gente y nos evitamos eso, una de las razones por las que me cambié entre muchas otras ;-). Sí, hay mucha falta de respeto hoy en día. Algunos ejemplos:

  • si me has añadido a un grupo sin preguntarme, luego no te enfades cuando me voy.
  • ¿te has parado a pensar que puede que justo cuando tú me estás mandando un mensajito, esté ocupada haciendo otra cosa, o simplemente trabajando?. Quién no ha trabajado con el incesante sonido de notificaciones continuas de un compañero… (por cierto, ¿todo el mundo tiene el mismo tono de Whatsapp o qué?)
  • o simplemente puede que me hayas incluido en un grupo de Facebook que no me interesa lo más mínimo porque no tiene nada que ver conmigo
  • Por cierto, los mensajes de whatsapp, telegram y demás no tienen la limitación de 140 caracteres, que lo sepáis. No hace falta que enviéis 12 mensajes para decir una cosa ¡Que al final te pasas más tiempo mirando el “escribiendo…” que contestando!
  • ¿Y por qué las conversaciones privadas pasan a ser públicas con tanta facilidad sin pedir permiso? Si te estoy contestando en una conversación de tú a tú, no pongas lo que he dicho en el grupo (peor aún si te vas del mismo y te enteras por otra persona). Y si hay doscientas personas en el grupo, piensa antes de escribir cualquier tontería, que les llega a todos…

Aunque quizás el problema sea precisamente ese, que estamos faltando al respeto en nuestra vida normal y lo trasladamos a la digital cuando estamos conectados. ¿Os habéis parado a mirar cómo vamos por la calle? ¿Cómo entramos en una tienda? ¿Cómo nos dirigimos a los demás? Os aseguro que antes veía más sonrisas y cuando decía “buenos días”me contestaban…  por suerte aún no se ha perdido del todo pero como sigamos así… Y la verdad, pues a una se le quitan las ganas de conectarse. Y me diréis, pues puedes borrarte del grupo o eliminar las notificaciones. Cierto, pero ¿no nos damos cuenta de que estamos haciéndolo al revés? Por eso cuando lees que tal o cual cantante ha dejado las redes sociales lo entiendes perfectamente. Porque si a mí me pasa y lo que yo digo no tiene repercusión más allá de mis amigos y familia, ¿os imagináis cómo debe de ser que millones y millones de personas que no te conocen estén juzgándote cada post?  Ed Sheeran lo ha hecho, con 5.5 millones de seguidores en Instagram y 16 millones en Twitter. Y lo a gusto que se habrá quedado, oye… Y no es el único. Hace unos meses causó mucho revuelo la salida de Instagram de la modelo australiana Essena O’Neill. Bueno, en realidad no es que lo abandonara sino que borró la mayoría de fotografías y subió un vídeo en el que mostraba hasta qué punto se dejó llevar por la situación, siempre buscando la foto perfecta para obtener likes y reconocimiento social.  Ahora en sus perfiles tiene la frase “Social Media is NOT real life”. Ojo, que tiene 18 añitos y ya se ha dado cuenta, bien por ella (aunque eso sí, la cosa le ha salido bien, escribiendo un libro está ahora mismo). Y este caso nos puede servir también para analizar lo que hay detrás de las cuentas de Instagram de las modelos y como esas imágenes dejan de ser fotografías espontáneas como las de cualquier persona (en cierto grado porque ninguna es espontánea 100%) para convertirse en productos publicitarios en sí mismos.

Instagram essena O'neill.JPGNo es que las redes sociales sean malas, es el uso que les damos y hasta qué punto permitimos que se involucren en nuestra vida normal, de ahí que sea necesaria la educación de los jóvenes en estas tareas. ¿Para qué quieren estar en Facebook? ¿Para qué quieren estar en Instagram? Volvemos a lo dicho hace tiempo, el sentimiento de pertenecer a un grupo y de reconocimiento social a través de los likes en determinadas edades, cuando están en fase de consolidación de lo que será su personalidad, puede llevar a hacerles creer algo que en realidad no es. Y sí, es tarea de los padres enseñarles eso (y sobretodo predicar con el ejemplo porque sino no sirve de nada), pero también de los colegios, no lo olvidemos. Porque no es lo mismo ser un adulto que reorienta el uso que le da a sus perfiles, como Miley Cyrus o la propia Adele que cerraron en su día sus perfiles para volverlos a abrir tiempo después, verificados, y con el objetivo de promocionar sus carreras profesionales, que una adolescente que está comenzando su andadura. 

Creo que todos deberíamos parar un momento y analizar qué estamos haciendo en este sentido y si estamos siendo respetuosos con los demás. Así podemos redescubrir el placer de quedar con amigos a comer y no sentirte “obligado” a hacer check-in en Swarm, o salir de compras con el móvil en el bolso durante horas sin tener que mirarlo a cada momento. Y sino, siempre podemos ir a uno de estos hoteles que ofrecen planes Detox, que de todo hay 😉

En definitiva, aprendamos a difrutar de las pequeñas cosas. Al fin y al cabo, las Redes Sociales no son nada más que otra herramienta a nuestro alcance.

Yo me desintoxico por un tiempo ¿y tú?

@trapinapi

 

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Psicóloga orientada al Retail y Trade Marketing para distintos sectores, mayormente el farmacéutico. Actualmente en coordinación de formación superior. Escribo sobre Retail, Social TV, Redes Sociales ... siempre con el marketing como nexo. Cinéfila y seriéfila 2.0 😉
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