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2013
#Selfie ¿El autorretrato de la era digital en el DNI?
El selfie ha sido la palabra de moda en el 2013. Y me resulta curioso porque hay mucha gente que no conocía esta palabra hasta el momentazo «Obama/Mandela» en el que el acto de fotografíare a uno mismo -en el lugar menos adecuado, desde luego- pasó a ser noticia mundial.
Hagamos un poco de historia: el selfie hace su primera aparición en el S XIX cuando un estudiante de fotografía se hizo una instantánea reflejado en un espejo. Pero es gracias a las redes sociales, cuando la técnica fotografíca ha aparecido como un tsunami. En el año 2005 el término aparece por primera vez en un manual de Richard Krause. Ya en el 2007 se crea un grupo en Flickr llamado Selfie Shots y define la palabra como «autorretrato que uno se hace con el brazo extendido». Pero es en el año 2010, y concretamente con el iPhone 4 y su cámara frontal y la posterior salida de la aplicación de Instagram, cuando el selfie se ha convertido en el territorio amigo para este divertimento de instantáneas con más de 60.000 millones de selfies subidos en esta red social. ¡Hasta la revista Time la incluyó entre las palabras de moda del año 2012 incorporando a su definición que «puede hacerse desde cualquier ángulo e incluye siempre una parte del brazo del fotógrafo»!. Con el boom de Snapchat, el selfie inunda esta creciente red social, ya que el uso que se está dando a este tipo de fotos es el conocido como el sexting, o sea, dejarte ver para el flirteo (o lo que pueda pasar) y luego que la foto se autodestruya, por si acaso. Como colofon a tanta notoriedad, el diccionario Oxford la incorpora entre sus páginas y la ha nombrado la palabra del año 2013. Claro que ahora vienen los de la Fundeu y dicen que en español debemos utilizar la palabra «autofoto». Y nosotros nos quedamos así 😮
El caso es que cualquier celebrity, megastar, VIP, proyecto de famoso o pisa-alfombras de tres al cuarto, mata porque su selfie sea viral. No todos son Obama & Family, expertos en selfies (recordemos que pillaron a sus hijas haciéndose uno en la toma de posesión de su padre en enero del 2013, o la comentada foto de Obama en el funeral de estado de Mandela, con Michelle Obama con cara de pocos amigos), pero sí que todos y todas quieren dejar un momento para la posteridad con la pose típica del selfie: mano estirada, primer plano, morritos… ¡y dale al clic! El resto de los mortales nos conformamos con salir más o menos agraciados en semejante reto, por que claro, no todos tenemos un «gadgetobrazo» para hacernos un selfie como mandan los cánones, y puede que el selfie sea un «miniselfie» y en lugar de salir un primer plano de nuestra lustrosa cara, se convierta en un plano medio de frente y ojos. Un selfie artístico, picassiano… Raro. Y ojo, que hay muchos tipos de selfie: en la cama, frente al espejo, conduciendo, de fiesta… Os dejamos este estupendo enlace al Tumblr de «Fav After Forty» para que conozcas todos los tipos
El selfie, pues, está de moda. Tan de moda que es muy posible que en breve sea un término demode, porque cuando algo aparece hasta en la sopa, rápido nos aburrimos de las cosas y buscamos algo diferente con lo que innovar o entretenernos. ¡Y no hablemos ya del típico#postureo, en el cual a veces el selfie se eleva a chonismo más radical! Ya hay movimientos para enterrar esta moda y reclamar que las redes sociales dejen de ser el reflejo de ese narcisismo exacerbado. Y curiosamente es el mundo de la moda (otra vez se nos ha vuelto a quedar la cara de pasmaos 😮 ) el que aboga por la invisibilidad del creador frente a la creación. Viral, también, fue la frase de Phoebe Philo, diseñadora de Celine, la que dijo: «La más chic es que no existas para Google. ¡Me encantaría ser esa persona!». Y es entonces cuando todos los manuales de #marcapersonal se caen por su propio peso.
Bromas aparte: ¿Es realmente el selfie un proceso natural, por el que entender cuál es la imagen que tenemos hacia los demás? ¿Debe ser el selfie un patrón de conducta para aceptarnos como somos sin necesidad de mirar a los otros? Si los humanos, por autonomasia, somos seres sociales ¿es el selfie capaz de fagocitar nuestra capacidad de relacionarnos y mirarnos en ese cocoon que a veces son las redes sociales?
Cuando la entidad pertinente permita que un selfie sea la foto de nuestro DNI, apaga y vámonos. Y a este paso, algún despistado que llegue a la Comisaría de turno a hacerse el carnet o pasaporte, fijo que se imprime uno en un Workshop y la adjunta tan ricamente 😉
Fuentes: El País Semanal / SModa
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