16 Oct
2018
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#ProtecciónDeDatos Nueva Ley, Nuevas Normas… ¿Seremos/Serán Capaces De Cumplirlas?

#ProtecciónDeDatos Nueva Ley, Nuevas Normas... ¿Seremos/Serán Capaces De Cumplirlas? post de @JgAmago en @TheTopicTrendEl pasado jueves 4 de octubre despertábamos con la información en diarios en papel y digitales del avance sobre la nueva Ley de Protección de Datos que posiblemente entrará en vigor antes de que acabe el año y que cuenta -Oh que rareza más extraordinaria!-, con el apoyo de todos los grupos en el Congreso de los Diputados. Esta ley se ajusta al reglamento europeo y las diferentes enmiendas presentadas ya cuentan con e beneplácito de los partidos que tienen representación en la Cámara. Siguiendo los trámites parlamentarios, esta nueva ley se remitirá a la Comisión de Justicia del Congreso y, como último paso, deberá ser aprobada por una mayoría de los 320 diputados.

De esta ley quiero destacar tres temas de interesantes para reflexionar:

  • La ley exige una autorización paterna/materna (ojo, dice «paterna», lo de «materna» es una aportación mía, por aquello de no ser sexista con el lenguaje), para darse de alta como usuario de una red social. Establece los 14 años como la edad mínima para poder crearse un perfil, si bien el reglamento europeo da un margen entre los 13 y 16. La propuesta de esta nueva ley insta a los adultos a su cargo que procuren que estos «hagan un uso responsable de los dispositivos digitales y de los servicios de información a fin de garantizar el adecuado desarrollo de su personalidad y preservar la dignidad y sus derechos fundamentales». Además se hace especial incidencia en elaborar un Plan de Actuación «dirigido a promover las acciones de formación, difusión y concienciación necesarias para lograrlo».
  • Desconexión digital del trabajador: este proyecto de ley quiere regular que el trabajador desconecte digitalmente con la empresa y no se sienta obligado (por activa o por pasiva), a responder a correos, llamadas, Whatsapp, etc., fuera de su horario laboral. La ley dice: «El empleador, previa audiencia de los representantes de los trabajadores, elaborará una política interna dirigida a trabajadores, incluidos los que ocupen puestos directivos, en la que definirán las modalidades de ejercicio del derecho a la desconexión y las acciones de formación y sensibilización del personal sobre el uso razonable de las herramientas tecnológicas que evite el riesgo de fatiga informática». Esta medida comenzó en Francia en abril y tiene como único objetivo respetar el tiempo de descanso, las vacaciones, y la intimidad personal o familiar.
  • Derecho al olvido: Si haces egosurfing y en las páginas de resultados de Google hay algo que consideres que puede dañar tu reputación, tendrás derecho a solicitar que dichos enlaces sean suprimidos. Con matices. La futura ley apunta hacia la consideración de que, si en una búsqueda a partir de tu nombre, los enlaces son «inadecuados, inexactos, no pertinentes, no actualizados o excesivos o hubieren devenido como tales por el transcurso del tiempo», podrán ser eliminados. Igualmente los ciudadanos con perfiles sociales tendremos derecho a que las redes sociales y equivalentes supriman los datos personales que hubiésemos facilitados para su publicación.

La teoría, fantástica. La práctica… ¡Pues creo que va a ser muy dificil de controlar! En el caso de la edad mínima para crearse un perfil: ¿Cómo va a filtrar la red social en cuestión que soy o no un menor de edad? Pongamos un ejemplo: Si mi hermano, ya «talludito», se quiere crear un perfil en Instagram para controlar a mi sobrino, seguría los pasos y requisitos que la plataforma exige al respecto: completar nombre, apellidos, correo electrónico e indicar la fecha de nacimiento. No miente -no lo necesita-, y dice la real… ¿Le va a pedir Instagram un documento acreditativo de dicha edad? ¿El DNI? ¿Saben las plataformas sociales que lo de tunear el DNI está a la ordendel día entre nuestros jóvenes para pasar a discotecas, pubs, comprar alcohol, etc? ¿Van a «cruzar» la información con el Padrón, el Ministerio de Interior o la Policía Nacional? Creo que algunos políticos no se acuerdan del refrán de «quien hace la ley, hace la trampa» (bueno, algunos si que se lo saben muy bien). Comprendo, y considero que es necesario regular, legislar y proteger al menor. Pero -una vez más- considero que el problema no está en prohibir, sino en enseñar, educar, formar, dar a conocer, compartir conocimiento y experiencia para que los más jóvenes, que están deseando entrar en redes sociales para ser «uno más», sepan las ventajas, desventajas y problemas que puede generar tener un perfil en Instagram, Snapchat o Facebook. No es cuestión de la edad. Es un asunto de madurez, educación y confianza.

En cuanto al tema de la desconexión digital del trabajador/a, estoy completamente de acuerdo en que NO se debe forzar, obligar o responsabilizar al empleado/a en la tarea de estar 24/7 conectado. No es cuestión ni de cargo, ni de sueldo. Simplemente hay vida, mucha vida después del trabajo (aunque algunos/as no la hayan encontrado), y me parece poco ético tener enganchado a un trabajador/a por la conectividad que nos permiten las nuevas tecnologías. Y reconozco que yo soy el primero en incumplirla, por que soy de los que manda e-Mails un viernes por la tarde o un domingo, no esperando respuesta del destinatario, ni mucho menos, pero si «despejando» balones que no he podido atender por la semana, y el lunes los puedan tener en consideración. Eso sí, el sábado es mi día «off» total. No enciendo ni el movil corporativo, ni el iPad (que tiene acceso a la red del trabajo), ni el PC de casa. Y los días laborables, a las 21:00 horas aproximadamente, el móvil de empresa se apaga hasta las 7:00 de la mañana del día siguiente.  ¿Realmente se puede hacer algo ya a esas horas, más que crear angustia, tensión y mal rollo? No. En España tenemos fama por nuestros horarios laborales, por esas jornadas infinitas, desajustadas a la realidad del mercado, mal pagadas y en muchas ocasiones precarias. Extender el horario fuera del entorno profesional, no genera más compromiso. Al contrario. Facilitan la desidia, el descontento y la falta de engage porque el ocio, la conciliación, la vida familiar o el asueto, como el trabajo, es esencial para el desarrollo de la persona.

Sobre el derecho al olvido, los que tratamos de evangelizar sobre la importancia de la marca personal, es un tema en el que insistimos, a fin de no generar posibles incidencias en nuestra reputación. Aquello de «antes de darle al click, conectar el cerebro con el dedo», es una máxima que trasladamos siempre. Ahora bien, no siempre está en nosotros esa capacidad de control. Otros nos pueden etiquetar o mencionar en publicaciones que nos puedan generar un rastro negativo en nuestra huella digital. El problema reside en que, o las plataformas sociales tienen una capacidad de respuesta o interacción con los usuarios, o este «derecho al olvido» puede acabar en un «olvido del derecho». Ni Google considera todas las reclamaciones como «de olvido», ni Facebook responde a muchas de las comunicaciones que les hacemos, etc., etc. Creo que es positivo que se legisle la posibilidad de solicitar a los gigantes tecnológicos de la información que eliminen de sus tentáculos información que pueda dañar la reputación. Ya veremos si la capacidad de respuesta es recíproca a la necesidad de las peticiones.

Para finalizar apuntar que ¡Ojito con no cumplir esta normativa! El reglamento preve sanciones de hasta 10 millones de euros o el 2% del volumen de negocio si se trata de una empresa.

¿Consideras que estas leyes protegen más la privacidad, la seguridad y la conciliación de las personas? Esperamos tus comentarios.

JgAmago

Fuente: 20Minutos

Imagenes: By rawpixel on Unsplash

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