22 Ene
2019
Posted in: 1. Real TTT
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#Jóvenes y #Pornografía: cóctel explosivo, una mezcla de responsabilidad compartida: padres, educadores.. ¿Y Redes Sociales? 👫

#Jóvenes y #Pornografía: cóctel explosivo, una mezcla de responsabilidad compartida: padres, educadores.. ¿Y Redes Sociales? 👫 by @JgAmago en @TheTopicTrendDesde hace unos años, el regalo más preciado por niños, adolescentes y jóvenes, son los móviles. Cada vez a edad más temprana, los niños y niñas de todo el mundo, desplazan a los juguetes, en sus cartas a Papa Noel o a los Reyes Magos, por los smartphones (y no uno cualquiera, si no los más nuevos y de última generación).

El año pasado una amiga que me invitó a la Comunión de su hijo, me contó que en el cole, la mayoría de los niños y niñas pedían entre sus regalos el iPhone XS. ¡Y lo obtuvieron! ¿De verdad es necesario que un niño/a de 10 años tenga entre sus manos un teléfono móvil de última generación y de ese coste?

En el último número del año pasado del periódico gratuito 20Minutos, leía un reportaje sobre el avance del consumo de pornografía entre menores de nuestro país, gracias al acceso a Internet que les proporciona el uso y disfrute de los móviles. Según informe de daleunavuelta.org:

  • 11 años es la edad media para iniciarse en el consumo de pornografía
  • 1 de cada 10 tiene menos de 10 años
  • 1 de cada 3 menores entre los 10 y 14 años visitan estas páginas con frecuencia
  • el 81% de los menores entre 13 y 18 años afirman haber observado pornografía como conducta normal
  • El 96% de los hombre, y el 63% de las mujeres, afirman que han sido expuestos o haber consumido porno durante la adolescencia.

Y el problema de estos comportamientos (naturales, ojo, ¿quién no ha sentido en su infancia y adolescencia el vértigo al acceder a los contenidos prohibidos que nos ofrecían los kioscos con las revistas porno, o los primeros vestigios del cine en aquellos programa de cine «para adultos» de TVE?), no es el consumo en sí de pornografía en estado «natural», si no el avance de un modelo de relación hombre/mujer totalmente deformado. En el porno la mujer sigue siendo el objeto del hombre: «… esclava sexual, sumisa y siempre a disposición de sus deseos». Esta es la realidad del mayor número de vídeos, clips, trailers o películas que circulan por la red. Algunos intentos de redireccionar esos mensajes a través de un porno más «feminista y educativo», surgieron ante la alarma que generaba este consumo, como el interesante proyecto «The Porn Conversation» que inició la directora y actriz Erika Lust, con el fin de adaptar los mensajes a los diferentes rangos de edad en los que se comienza a consumir porno, y tratando de trasladar mensajes de «…respeto, consentimiento y una representación del sexo realista». La realidad va muy lejos de esta iniciativa de Erika y el problema añadido es que esa visión machista, violenta y deformada de las relaciones sexuales se traslada a la vida real con el aumento de casos de violencia machista, acoso y bullying entre niños/as y jóvenes, mención aparte para el grooming.

Sigue el informe aportando más datos sobre esta relación «Internet-Porno-Menores»:

  • 1 de cada 5 ha hecho búsquedas a través del móvil
  • La media de vídeos porno vistos en el móvil es de 348 vídeos porno por usuario
  • Se generan 68 millones búsquedas diarias sobre porno.

Pero no sólo se genera en el menor esa visión irreal de la relación y el contacto sexual. Problema añadido es el de la adicción al porno. Blanca Elia, portavoz de «Dale Una Vuelta» argumenta que existen análisis que demuestran que las personas que consumen más porno tienen la parte del cerebro más afectada (núcleo ventral estriado), que personas que no consumen porno habitualmente, lo que implica que «el cerebro de un adicto al porno es similar al de una persona que tiene dependencia al alcohol o un drogodependiente».  Es decir, que si sumamos la dependencia al móvil (mal entre los males de la mayoría de las personas que utilizamos smartphones muy frecuentemente -yo me incluyo-), la dependencia del consumo de porno, y la dependencia del consumo de alcohol u otras sustancias cada vez más en edades tempranas… ¿Qué les espera a las generaciones venideras? ¿Estamos actuando RESPONSABLEMENTE al regalar móviles  incitando a esos usos dependientes y tóxicos en nuestros hijo/as, sobrinos/as, nietos/as, ahijados/as… a nuestros seres queridos más vulnerables? ¿Dónde está el «quid» de la cuestión? ¿En quién reside la obligación de educar sobre estas prácticas o la de restringir su consumo? En este informe del que os estoy hablando, se argumenta que «… detectar estos momentos, las causas y posibles soluciones, es el gran jeroglífico para padres, madres y educadores (…) Nuestros hijos necesitan una guía que les oriente. Y para esto no vale cualquiera». 

Y como me imagino que algún lector/a ya estará apuntando el dedo hacia otra parte, agrego: ¿Qué parte de culpa tienen los padres y educadores? ¿Qué parte de culpa la tiene Internet? ¿Es posible hacer un «control parental» universal a los contenidos de las red para los menores? ¿Es necesario? Dejo las preguntas en el aire (a pesar de que yo tengo muy claro dónde reside la raíz del problema), para generar conversación en nuestro espacio de comentarios del blog.

Para complementar estos datos, leo esta semana esta noticia: La Fundación ANAR ha elaborado un contrato para el buen uso del movil con pautas básicas para prevenir los peligros. Se aconseja que, cuando los padres regalen un teléfono móvil a un niño/s, firmen este contrato con sus hijos/as que incluye límites horarios, control parental y preservar la privacidad y datos. Además incluye una guía para orientar a los padres sobre cómo deben educar a sus hijos a la hora de interactuar con el móvil. 😲 Y ahí lo dejo.

En mi modesta opinión, el problema no está en el porno, porque más machista y vejatorio que un reggaeton… Vamos… 😡 Y es de consumo PUBLICO, y se difunde a través de las emisoras de radio, televisiones, Youtube y redes sociales sin ningún problema ni aversión. El problema reside en otros aspectos y ámbitos que están muy ligados con la educación, con la enseñanza, y con el motivo por el que regalamos un smartphone en edades tan «inmaduras», y que trasladan el mensaje de que no regalamos el teléfono para comunicarnos, sino que regalamos un dispositivo abierto al universo de información real, irreal, tóxica, dañina y perjudicial -en algunos casos, ojo, que el móvil también tiene su lado positivo-, para los intereses y necesidades de los menores y el descuido  (interesado o no), de los mayores.

Ahora es tu turno… ¿Consideras oportuno regalar un móvil a un niño/a de 10 años? ¿Qué harías tú para fomentar el uso apropiado del smartphone o si pillaras a tu hijo/a consumiendo porno? Esperamos tus comentarios ✍

JgAmago

Fuentes: dalaunavuelta.org / 20Minutos / Fundación Anar / The Porn Conversation

Imágenes: Photo by Tim Gouw and Charles Deluvio  on Unsplash

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Talent Media Manager. Profesional de los RR.HH 4.0 en @EAE_ Escribo en @thetopictrend #tTT #SinBarrerasSinArmarios, mi libro publicado por la Ed. LoQueNoExiste.
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