25 Jun
2013
Posted in: 1. Real TTT
By    5 Comments

#cineespañol Entre “El Crack” y “La Buena Estrella”

El cine es el reflejo (a veces demasiado real) de las cosas que pasan en la sociedad que nos ha tocado vivir. Alguna vez que otra, distorsionado por el capricho del director, por las exigencias del guión, o por intentar vivir otras vidas (futuras que siempre son irreales), la historia se aleja del día a día y se aproxima a un futuro mucho más… irreal.

Llevamos una semana en el que la industria del cine se ha hecho eco de su propia realidad en el panorama cinematográfico español: el anuncio del hundimiento de la taquilla española ha vuelto a conmocionar al sector. El fin de semana del 14 al 16 de junio, los datos han desvelado que ha sido el peor fin de semana de recaudación en la historia del cine español.

Cual efecto dominó, se empiezan a airear más datos: la produccion de largometrajes desciende hasta un 56% respecto al 2011 y un 26% en relación al 2012. Sigue la hecatombe de cifras: la crisis del cine español incide en la laxitud de las normas de descargas debido al cambio del consumo de la ficción, y el incremento del IVA que ha supuesto que acudir al cine sea, ocio de lujo, no apto para todos los bolsillos. Sigamos metiendo el dedo en la llaga: si ahondamos en las nuevas tecnologias, el cine español, no es 2.0, no… ¡es de la época del Commodore 64! La industria del cine español, y en especial la distribucion, no acaba de reinventarse y sumarse al carro de la diversidad de pantallas. Algunos datos que revelan el informe de la consultora Factoria Interactiva concluye, sobre un estudio de 34 distribuidoras de cine que:

Y a esto sumemos que, cuando se intentan crear y comercializar nuevos productos en ventanas simultaneas (al caso de «Carmina o Revienta» me refiero) la industria boicotea este nuevo paradigma porque difiere del modelo de distribución tradicional. ¿¿¡¡Y empeñados en que la culpa de todo es la piratería!!?? O el cine se REINVENTA o la posibilidad de ver peliculas con créditos de firma nacional se verá abocada al fracaso y a los escasos maestros que, aún tienen el privilegio, de disfrutar del beneplácito del publico.

Las grandes factorías del celuloide como Hollywood o Bollywood se diversifican y en lo que se tarda en recoger una alfombra roja tras un estreno, inmediatamente se activan las plataformas de VOD (video on demand)  para poder ver la película en casa. En nuestro país seguimos con el proteccionismo de las ventanas únicas y consecutivas, fraccionando la posibilidad de, en igualdad de condiciones, de disfrutar del placer de ver y consumir cine español (o internacional). Recuerden, señores de la industria, que el público ya no paga por lo que les pongamos delante de la butaca: elige, escoge, comenta, acude a las redes sociales para consultar, para leer, para tomar referencias… Y no hay nada mejor que una buena crítica o comentario, y nada peor que una mala reputación creada por el espectador que, ante la libertad de elección, decide si quiere pagar 10 euros para verla en un cine con aroma a palomitas de maíz al caramelo y perritos calientes, o pagar 3,5 o 5 euros (en HD) para verla en la comodidad de tu sofá saboreando un estupendo copazo.  Les aseguro, que tendrás un incendio vía redes sociales si la película era mala, te ha costado 10 euros en lugar de 3, y encima he aguantado al cerdo de al lado que sorbe su refresco como si estuviera enganchado a una bombona de oxígeno, o al maleducado de turno que no sabe que existe modo «avión» para poner el móvil en silencio. Cuando veo cine en casa (y veo mucho cine a través de Filmin, un ejemplo de plataforma a seguir), me limito a un check en Miso y a compartir mi opinión sin más ruido que el alcance que el propio tuit en Twitter o post en Facebook quiera alcanzar.

El cine español necesita el apoyo del Gobierno de turno (olvidando los colores y los bandos). Pero el apoyo no puede seguir centrándose en un sistema de subvenciones que prime a la jurasica estructura actual. No. El cine necesita, no solo el apoyo de la sociedad y de sus gobernantes, sino también de las empresas y aquellos agentes que, con su dinero, quieran ayudar a generar cultura cinematográfica con marca España. ¿Para cuando esa Ley del Mecenazgo que alivie el sector con posible financiación privada que redunde en beneficios fiscales para la  propia empresa?

Menos mal que no todo es negro en el cine español: la internacionalización de películas ha crecido y la taquilla en el extranjero supera los 150 millones mientras que en España llega  los 110 millones, y el número de filmes estrenados fuera de nuestras fronteras fue de un 29% más que el 2011.

Otra salida de emergencia a la hora de hacer cine y que demuestra que el mecenazgo privado, con nombres y apellidos, genera una vinculación especial con la audiencia y con el inversor, es el crowdfunding, del que ya nos ocupamos en otro post en este blog. Aquí si que de verdad el consumidor pasa a ser prosumidor y prescriptor de la marca/película y, por experiencia, se interesa mucho por todo el proceso creativo de la película generando una expectación que facilitará el consumo final del producto y su boca a boca. Otra cosa es que se consiga transformar esa expectativa en reputación positiva. Si así ocurre, el éxito está en parte garantizado.

Hay tanto talento con ganas de hacer cine… ¡Se puede hacer cine con poco dinero…!, sin necesidad de gigantescas inversiones. Una vez más el éxito reside en la formula que maneja con soltura y acierto que el entusiasmo es inmensamente proporcional a los dineros disponibles y que el talento de los jóvenes cineastas elevado al cuadrado es el factor indivisible para despejar la ecuación del cine español.

@JgAmago

Imágenes: Academia de Cine y El Blog del Cine Español

The following two tabs change content below.
Talent Media Manager. Profesional de los RR.HH 4.0 en @EAE_ Escribo en @thetopictrend #tTT #SinBarrerasSinArmarios, mi libro publicado por la Ed. LoQueNoExiste.
Suscríbete
Notifícame de
guest
5 Comentarios
el más nuevo
el más antiguo el más votado
Ver todos los comentarios