17 Oct
2017
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#Políticos y #MarcaPersonal: ¿Qué Está Fallando? Honestidad, Liderazgo y Empatía

#Políticos y #MarcaPersonal: ¿Qué Está Fallando? Honestidad, Liderazgo y Empatía por @JgAmago en @thetopictrendLlevamos unos meses difíciles en la política española. Y unas semana convulsas, tristes, agitadas y «rarunas«, en las que la mala gestión de los líderes políticos han levantado cada vez más el muro de la intolerancia, la diferencia, la distancia y la desafección. (Nota: ¡Va a ser dificil mantener cierta objetividad en este post, pero lo intentaré! 🤞)

Una gran parte de esta situación tan triste (de verdad, es que no se me ocurre otra palabra para definirla), está siendo resultante de la actuación de los dirigentes políticos, de los líderes que encabezan las diferentes hordas de pensamiento que, mirando en intereses electorales, y obviando el beneficio general del ciudadano/a que les ha votado, han decidido sacar un rédito personal sembrando tempestades. ¿Cómo afecta o afectará esta pugna en sus marcas personales? Si bien las encuestas del CIS van dando pistas sobre cómo los conflictos inciden particularmente en sus marcas, el baremo único que mide la reputación de nuestros gobernantes se demuestra en las elecciones.

Si recordamos que podemos definir Marca Personal como «… aquello que nos identifica. Es la imagen que los demás tienen de nosotros. Es la huella que dejamos, lo que los demás sienten o recuerdan cuando oyen o pronuncian nuestro nombre» es obvio que la marca personal de un político forma parte del poder de atracción y convicción hacia «el pueblo», sean o no actuales votantes. Pero en España, si bien el líder es importante, ¿Es la marca corporativa (el partido), la que predomina sobre la marca personal (el líder), o viceversa?

En el abanico de posibilidad de elección de nuestros representantes a las diferentes instituciones del estado, es diferente cómo se gestionan los procesos de marca personal / marca corporativa. Así por ejemplo en el caso de unas elecciones municipales y autonómicas, la marca personal predomina (sobre todo en municipios y comunidades con censos «manejables«), sobre el aparato de la marca corporativa. En estos casos, es fundamental lo que comenta Francesc Domínguez, socio de Barton Consultants, en este artículo en el diario Cinco Días: «Construir una marca personal es clave a la hora de crear vínculos emocionales y convencer a los votantes y de mejorar posiciones o progresar en el propio partido. En un mar de políticos (diputados, senadores, alcaldes, etc.) es crucial diferenciarse y ser reconocidos, hacernos familiares, porque las personas confiamos más en quien más conocemos y con quien compartimos valores, emociones, percepciones y visión del mundo.» En este caso «la piel» está por encima de las grandes logísticas e infraestructuras de mítines y campañas. Convence, y ganarás. 

En el caso de las elecciones generales… ¿Es la marca personal el motor del voto? ¿Es el conjunto de valores y principios de la marca corporativa los que juegan el papel relevante a la hora de preparar el sobre con tu decisión? ¿Se vota al partido, o al político? ¿Qué papel juega el político ante aparatos organizativos tan mastodónticos? Seamos más puntillosos: ¿Quién llega a ser el líder del Partido para enfrentarse a otros líderes? ¿Quién decide al líder? ¿Primarias, secundarias, a dedo, ordeno y mando…? ¿Han resultado las diferentes modalidades que cada partido ha elegido en su seno organizativo, para proponer al líder más…, carismático, popular, profesional, preparado…? ¿Ha seleccionado el partido al líder con mejor marca personal o aquel que puede ser «moldeado» por la marca corporativa?

El gran Andrés Pérez Ortega escribió en su blog un post sobre este tema, y del que destaco este párrafo: «Mientras una Marca Personal defiende ideas propias, un político representa a un conglomerado de ideas de todo tipo y de múltiples orígenes. Es imposible que todos los representantes de un partido compartan al 100% (o al 90 o al 80%) las propuestas. Por lo tanto, van dejando de ser ellos mismos para convertirse en “contenedores” de conceptos ajenos.»

Comparto con el maestro Guillem Recolons sus conclusiones: «Las personas no creemos en los CEO (presidentes) como antes, porque el principio de autoridad ya no equivale al principio de confianza. Preferimos creer en los que ostentan un liderazgo natural, los que se ponen en la primera línea de fuego en una batalla y no se esconden tras una colina o una pantalla de plasma.» Pero, a la hora de la verdad: ¿Qué le ocurre al político que baja a la tierra y deja la alfombra? ¿Cómo le afecta la marca personal al rodearse del «pueblo» que le espera para adorarle o increparle? Lo óptimo sería que la marca personal sea coherente con la corporativa, porque el partido pide acatarla. Pero el partido (marca corporativa), debería tener presente la vertiente humana del candidato o líder (la marca personal), porque creemos en personas, no en siglas. Es muy dificil que estemos al 100% conformes con los programa electorales ¿verdad? Pero las siglas -en muchos casos-, dan «de comer» y sus rígidos estatutos, sus comisiones de garantías o de etica confeccionan un traje tan a medida, tan constricto, que a sus líderes -a veces-, también les apetece salirse del outfit y volver al casual. Y entonces… ¡Zasca! ¿Es que en los partidos no saben el significado de «Reinventarse«?

La marca personal tiene que ser algo más que el «puente» hacia sus votantes, seguidores, afiliados o socios. Debe ser la mano que estreche un compromiso para quien le vota, y que éste sea útil, trasladando a toda la ciudadanía (sea del color que sea), que la mano no le ha traicionado. Ha sido fiel, veraz y valiosa. Incorporo otra frase de Francesc Dominguez en el post antes citado que concluye: «en política no llega a líder quien tiene más talento intelectual o una buena cartera de contactos, sino quien conoce mejor cómo funciona la influencia y el poder.» Y remarco con una gran verdad a la que apunta Pablo Adán Mico: «Los valores hace tiempo han dejado de ser irrenunciables para los partidos. Las ideologías murieron. Los valores y criterios quedan pues al servicio de los círculos de poder del partido, y de las circunstancias políticas y económicas. El compromiso y la ética queda pues relegada a un fin mayor; la gestión del poder.»

Y hablando de valores: ¿Cuáles deberían de ser los valores que construyeran y consolidaran hacia el partido y hacia el pueblo, la marca personal del político y que navegue entra las aguas del líder carismático y del profesional?

Guillem Recolons establece tres que creo que nos van a ser muy útiles para catalogar a nuestros líderes políticos y a percibir sus marcas personales fuera y dentro de los partidos (marcas corporativas). Estos tres valores son:

  • Honestidad.
  • Liderazgo.
  • Empatía.

Y destaca -en el caso de España- tres tipologías de políticos en relación a los valores que las marcas personales y corporativas transmiten:

  • Pasividad
  • Equidistante
  • Combativo

¿Te atreves a clasificar a nuestros dirigentes políticos -olvidando tu ideología, y siendo lo más aséptico posible- en alguna de estas tipologías. Como he dicho que voy a ser lo más objetivo posible, no me mojaré. 😁

Y a todo esto tenemos que sumar el papel de las redes sociales. Los canales virales se han convertido en las estrellas de la No-Comunicación. Son altavoces de vocerías, irracionalidades y exabruptos que, lo único que están generando es mayor crispación. La marca personal está desaprovechando el entorno que les va a facilitar llegar con más rapidez, en mayor número a personas como tú y como yo que, ante todo, queremos ver, oír, escuchar a personas, a dialogar. Y rescato el estupendo post que mi compañera y gran amiga Isabel Pina escribió la semana pasada en este blog.

Nuestras marcas personales políticas (y los partidos), debería de abandonar el encender la mecha y conectar el cerebro antes de dar al enviar y «… Ser auténtico, ser creíble, ser honesto, escuchar activamente, utilizar las redes como canales de conversación, no como canales de venta . Responder, lanzar mensajes relevantes, generar confianza, persuadir … las redes sociales tienen sus códigos y no vale utilizarlos a última hora para hacer una campaña política unidireccional y agresiva. Es mucho mejor estrategia«, como muy bien apuntaba Carme Gilbert en el blog SoyMiMarca

Para terminar (perdón por la extensión del post 🙏 espero que haya sido de interés), lo quiero hacer con una reflexión de un personaje del que todos tenemos algo: Hommer Simpson que dijo: «Si elegimos a los políticos es para no tener que pensar nosotros todo el tiempo.» Y en estos últimos años en España nos han hecho que tengamos que pensar constantemente si hemos elegido bien, si tenemos lo que nos merecemos, si el voto ha sido útil. Y esto, señores políticos, cansa, quema, agota, enfrenta, divide y rompe. Y la gente, el pueblo, somos mucho más importantes y valiosos que la mayoría de ustedes. No lo olviden: honestidad, liderazgo y empatía. Y si tienen alguna duda: consulten la RAE.

JgAmago

Fuentes: Blog Guillem Recolons / Blog Pablo Adán Mico / Blog Soymimarca / Blog Andrés Pérez Ortega / Diario Cinco Días

Imágenes: INE.mx  / Academy.finxi.com.br 

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Talent Media Manager. Profesional de los RR.HH 4.0 en @EAE_ Escribo en @thetopictrend #tTT #SinBarrerasSinArmarios, mi libro publicado por la Ed. LoQueNoExiste.
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